martes, 5 de marzo de 2013

¡Indignaos! - Stéphane Hessel


Título: ¡Indignaos!
Autor: Stéphane Hessel
Año: 2011

Edición: Destino
Pág.: 64


 "El pensamiento productivista, auspiciado por Occidente, ha arrastrado al mundo a una crisis(...)Ya es hora de que la preocupación por la ética, por la justicia, por el equilibrio duradero prevalezcan."
(pág.45)





Autor: Stéphane Hessel (Berlín, 1917-París, 2013), el diplomático germano-francés que dio nombre a la indignación, tuvo como padres a dos espíritus libres, el escritor de origen judío Franz Hessel y la pintora Helen Grund, que formaron con Henri-Pierre Roché el célebre trío que retrató Truffaut en Jules y Jim. Creció y se formó en París, desde donde, en 1941, viajó a Londres para unirse a la Resistencia del general De Gaulle contra la invasión nazi. Detenido y brutalmente interrogado por la Gestapo, fue deportado al campo de exterminio de Buchenwald, de donde logró salir tras intercambiar la identidad con un preso ya fallecido. Tras la segunda guerra mundial participó en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Su carrera diplomática le llevó a la Indochina francesa, Argel, Ginebra, y a asumir tareas de mediador en situaciones extremas, como en Burundi en 1994, en vísperas del genocidio en la vecina Ruanda. Una dilatada labor reconocida en 1981 con la dignidad de embajador de Francia.

Sinopsis: Cuando alguien como Stéphane Hessel llama a la «insurrección pacífica», a desperezarse, a rebelarse, hay que escucharle. Porque Hessel sabe de lo que habla: miembro de la Resistencia francesa, superviviente de Buchenwald, militante a favor de la independencia argelina y defensor de la causa palestina, este eterno luchador fue, además, miembro del comité que redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948.

Por eso, cuando reclama «un motivo de indignación» para todos hay que hacerle caso. Porque «las razones para indignarse pueden parecer hoy menos nítidas o el mundo, demasiado complejo», pero siguen ahí, en la dictadura de los mercados, en el trato a los inmigrantes, a las minorías étnicas. «Buscad y encontraréis», nos dice, «coged el relevo, ¡indignaos!», porque «la peor actitud es la indiferencia. Si os comportáis así, perdéis uno de los componentes esenciales que forman al hombre: la facultad de indignación y el compromiso que la sigue». Un mensaje que ya ha contagiado a millones de personas en todo el mundo.

Comentario personal: El pasado 27 de febrero moría en París Stéphane Hessel. Hessel saltó a la primera línea de la actualidad en 2010 con este breve manifiesto titulado ¡Indignaos! Fue el descubrimiento de un señor de 93, que vivió una guerra y que fue uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Yo lo leí el verano de 2011 pero me ha parecido adecuado releerlo y traerlo aquí, porque sigue de actualidad y ayuda a reflexionar. Precisamente gente como él, que han vivido tiempos peores que el nuestro y que intentaron cambiarlo son las voces que deberíamos escuchar. Hessel hace una comparativa entre la situación actual con el periodo de la segunda guerra mundial y su lucha en la resistencia. La indignación de aquella época se debe trasladar a la actualidad en contra de “la dictadura actual de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia.” Hessel reclama a la sociedad, y sobretodo a los jóvenes que son los que deben luchar por su propio futuro, dos cosas: indignaos y comprometeos. Sí, se le puede tachar de utópico o quijotesco por defender unos valores que deberían ser los que rigieran nuestra sociedad y que ahora andan perdidos en una crisis mundial tanto económica como de valores y de sistema. ¡Vivan los utópicos! (* * * *)

3 comentarios:

Yossi Barzilai dijo...

Pues justo iba leyendo iba pensando como ese grito !Indignaos! sigue de candente actualidad, quizás ahra más que nunca. No lo he leído pero lo haré en brevísimo. Un abrazo Manel :)

Anónimo dijo...

... Buen libro de cabecera.

¿Sabes una de las cosas preciosas de este señor que invita (no voy a hablar en pasado) a la indignación pacífica y no a la pasividad?

Ya sabes lo que me fascina el cine... pues verás: la madre de Hessel, se llamaba Helen Hessel. Se casó con el escritor Fran Hessel y tuvo un amante durante varios años, otro escritor, Henri Pierre Roché. Y te preguntarás ¿y por qué me cuenta este rollo patatero? Porque ellos tres son la inspiración de los personajes de una novela con tintes autobiográficos de Pierre Roché. Sus protagonistas se llamaban Jules, Jim y Catherine... Y Truffaut decidió convertirlos en los protagonistas de JULES ET JIM...

La historia de su madre es de lo más peculiar...

Besos
Hildy

Manel dijo...

Jose, te puedo decir que es de absoluta vigencia, tanto su experiencia vital como las conclusiones a las que llega. Quizás demasiado radical en algún aspecto, pero es la licencia que se le puede conceder a un hombre de más de 90 años. Un abrazo.

Ese es el problema de nuestra sociedad Hildy, que pasamos mucho de cosas importantes que poco a poco van cambiando a peor sin que protestemos. Hay una frase que no recuerdo exactamente como va pero que dice algo así como que para triunfar los malvados solo tienen que esperar que los buenos no hagan nada. En cuanto a lo de Jules et Jim...que entretenida tenía que ser la casa de los Hessel! Un beso.